17 1Se me turba la mente, mis días se apagan,
me espera
el sepulcro:
2sólo burlas me acompañan
2sólo burlas me acompañan
y estoy
harto de provocaciones.
3Desígname un fiador ante ti mismo,
¿quién, si no, será mi garante?
4Tú has cerrado su mente al raciocinio
y no podrán prevalecer.
3Desígname un fiador ante ti mismo,
¿quién, si no, será mi garante?
4Tú has cerrado su mente al raciocinio
y no podrán prevalecer.
5(“Si
alguien denuncia al prójimo para despojarlo,
a sus hijos se les consumirán los ojos”),
a sus hijos se les consumirán los ojos”),
6Me ha
hecho el hazmerreír de la gente,
como a quien
escupen en la cara;
7mis ojos
se consumen irritados
y mis miembros
son todos como sombra.
8Los justos se asombran al verlo
8Los justos se asombran al verlo
y el
inocente se indigna contra el malvado;
9pero el justo se afirma en su camino
9pero el justo se afirma en su camino
y las manos
puras cobran fortaleza.
10Venid
todos, volved:
que no
encontraré entre vosotros un sabio.
11Pasan
mis días, fracasan mis planes,
y los afanes de mi corazón
y los afanes de mi corazón
12de que
la noche se convierta en día,
en luz cercana la tiniebla presente.
13¡Nada espero! El Abismo en mi casa,
me hago la cama en las tinieblas,
14a la podredumbre la llamo madre,
en luz cercana la tiniebla presente.
13¡Nada espero! El Abismo en mi casa,
me hago la cama en las tinieblas,
14a la podredumbre la llamo madre,
a los gusanos
padre y hermanos.
15¿Dónde ha quedado mi esperanza?
15¿Dónde ha quedado mi esperanza?
Mi esperanza,
¿quién la ha visto?
16Bajará a las puertas del Abismo
16Bajará a las puertas del Abismo
cuando nos
hundamos juntos en la tierra.
EXPLICACIÓN.
17,1-9
Este fragmento
es muy difícil de entender. Intentaremos abrirnos el camino de su comprensión
comparándolo con algunos salmos. En algunos salmos de súplica: a) el salmista
expone su situación trágica, frente al enemigo; b) pide a Dios que intervenga
librándolo; c) se siente seguro del auxilio de Dios; d) en su liberación ve un
consuelo y una garantía para los justos. En nuestro fragmento encontramos de
nuevo elementos semejantes. (El verso 5 sigue irreductible.) La explicación
propuesta es hipotética: si se acepta, el orden lógico aconsejaría leer 6-7 después
de 1-2. Aunque se acepte, no se explica el bajón repentino de tensión que introduce
el salmo después del formidable grito de antes.
17,1
Véanse Sal 143,7; 146,4.
17,3 La
fianza es una práctica sobre todo comercial: Gn 38,17; Ex 22,26; Dt 24,6-17; que
tiene sus peligros Prov 6,1; 11,15; 17,18; 22,26; Eclo 29,14-20. Job la traspone
a su causa criminal. Como en una especie de desdoblamiento en profundidad: por
debajo del Dios que da muerte, está el Dios que salva al hombre. O como un
salto en el conocer a Dios penetrando por su misterio: desde la experiencia
cruel, desde la esperanza oscura. La alternativa del prólogo, maldecir y bendecir,
no funciona a estas alturas.
17,4
Sal 13,3-5; 30,2; 38,19; 41,11.
17,6
Sal 44,14s.
17,8
Sal 37,1; Jr 19,8.
17,10
Como en 6,29 y 21,34; contra 15, 9-10.
17,11-16
Rendido a la muerte. La traducción del v. 12 es dudosa.
17,13-14
Lo acogedor, hogar y lecho, lo familiar, padre, madre y hermanos, es ahora la
muerte y el sepulcro. Job se ve ya muerto y sepultado, familiarizándose con lo
más terrible y repugnante.
17,15-16
La última esperanza se sepulta con el hombre y acaba con él; si leemos la sentencia
como afirmativa. (Pensando en Cristo: con él se ha sepultado la esperanza de la
humanidad, y con él ha resurgido. La esperanza ha atravesado el reino de la
muerte).
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